A veces estamos muy concienciados de que nos queremos poner en forma, pero cuando llega la hora de la verdad… ¡nos falta la motivación que necesitamos en nuestros entrenamientos!
Ya está, lo has decidido, te vas a poner a entrenar en serio. Te vas a dejar de bobadas y te vas a poner en forma seguro… ¿Cuántas veces has pensado eso y después no has hecho nada?, o ¿cuántas veces te has puesto tu ropa de deporte y has entrenado sólo por «cubrir expediente» sin esforzarte de verdad?, no mientas… yo lo reconozco, muchas veces 🙂
Nuestra cabeza es muy importante a la hora de hacer ejercicio físico.
Casi siempre es la mente y no el potencial físico lo que diferencia a los grandes deportistas del resto. Un claro ejemplo es Nadal, da igual como vaya el partido, él nunca se da por vencido, siempre está concentrado en su objetivo.
Estar concentrados nos da la confianza para llevar a cabo cada movimiento y mover todos los músculos de forma natural y con lo mejor de nuestra capacidad, pero si en vez de estar concentrado en tu entranimiento estás pensando en qué vas a hacer de cena o en que en cuanto termines tienes que ir a la compra ¿qué crees que va a suceder?, pues que obviamente los resultados de tu entrenamiento van a ser peores.
Nuestros pensamientos nos pueden jugar malas pasadas a la hora de entrenar, así que si de verdad nos queremos poner en forma y llevar un estilo de vida saludable vamos a tener que intentar que nuestra mente también esté en forma 🙂
Si logras «equilibrar tu mente» conseguirás que tue entrenamientos dejen de ser un suplicio y se vuelvan más divertidos pero también más eficaces y no te los querrás saltar :), así que para ayudarte hoy te quiero dar 10 consejos para que tu mente te ayude con tus entrenamientos.
10 consejos para que tu mente te ayude con tus entrenamientos.
01 Aprende a relajarte
Muchas veces nos dejamos arrastrar por el estrés del día, pero dedicar un par de minutos al día para relajarte es fundamental.
Cuando nos relajamos el corazón late más despacio, la respiración es más lenta, la tensión muscular se alivia y disminuye la tensión física y mental.
En este artículo te enseño unas técnicas de relajación
02 Ponte un objetivo
¿Qué es lo que realmente quieres salir de tu entrenamiento? Una vez que esto está claro , es mucho más probable que logres tus metas.
Muchas veces nos ponemos a hacer ejercicio por hacer ejercicio, y aunque eso es mucho mejor que no hacer nada si sabes que quieres conseguir tus resultados serán mucho mejores 🙂
03 Ponte metas realistas y alcanzables
No puedes pretender pasar de la noche a la mañana a ser un atleta profesional o tener piernas de acero.
Te tienes que marcar metas que puedas ir alcanzando e ir cambiándolas a medida que vas avanzando. Por ejemplo, puedes intentar subir todos los días al menos 15 plantas por las escaleras, y cuando lo consigas tu meta puede ser subir 20, o puedes intentar hacer 10 flexiones seguidas y después 15, 20…
04 Crear un nuevo hábito
Si te propones hacer tus entrenamientos siempre a la misma hora y en el mismo sitio te será más fácil que si un día entrenas por la mañana en el parque, el día siguiente por la tarde en tu casa y al siguiente a mediodía en el gimnasio.
Intenta encontrar el momento del día en el que te encuentras mejor haciendo ejercicio y respétalo. Aunque a veces lo cambies por cuestiones de agenda.
05 Se flexible.
Aunque en el punto anterior te he dicho que es bueno crear un hábito también tienes que ser flexible contigo mismo y no martilizarte si un día te saltas una sesión de entrenamiento. El día siguiente comenzamos de nuevo y ya está.
06 Visualizate
Puede que te parezca una tontería, pero si te imaginas a ti mismo haciendo un ejercicio está demostrado de que te dará resultados más rápidos y te ayudará a tener más confianza cuando lo hagas.
Si los atletas profesionales se visualizan en sus competiciones… ¿por qué no lo vas a hacer tus con tus entrenamientos?
07 Piensa menos y entrena más
Creo que hay poco que añadir a este punto 😉
08 Diviértete
¿Cómo vas a entrenar si no te diviertes?. Sino logras disfrutar de tus entrenamientos lo más probable es que lo acabes dejando.
El ejercicio puede ser una válvula de escape perfecta de el ajetreo del día a día así que busca una actividad que te guste. Si no te gusta correr no hace falta que seas runner, hay mil cosas que puedes hacer.
09 Felicítete
¿A qué los deportistas profesionales se felicitan a sí mismos por sus logros?, pues tú también. Has entrenado duro… ¡bien hecho!
Está bien que te sientas bien por haberte esforzado.
10 Integra la actividad física en tu día a día.
Como ves no son consejos muy difíciles de llevar a la práctica, y seguro que si los integras en tu día a día notas cambios importantes 🙂
¿Qué te parece, lo vas a intentar?.
¿Tienes algún otro truco para que tu mente te ayude con los entrenamientos cuando te falta motivación? ¡Cuéntamelo!