Con la alimentación a veces cometemos muchas locuras para perder peso, ¿quién no conoce a alguien que se salta el desayuno para adelgazar, o se alimenta a base de barritas o de líquidos?, y yo me pregunto… ¿de verdad no se dan cuenta que lo que están haciendo sólo les va a servir para acabar más gordos que antes de empezar?
Hoy quiero desterrar 6 hábitos alimenticios que además de no ayudarte en tu pérdida de peso le pueden acabar pasando factura a tu salud.
6 hábitos alimenticios que tienes que dejar cuanto antes:
Ponerte a dieta.
Seguro que no es la primera vez que lees esto en mi blog pero no te tienes que poner a dieta.
Pensar en ponerte a dieta se suele asociar a comer de forma restrictiva durante un determinado periodo de tiempo, y eso es un error, lo que tenemos que hacer es aprender a comer de forma saludable y hacerlo para siempre, claro que de vez en cuando vas a poderte ese caprichito gastronómico que tanto te gusta, pero tienes que aprender a comer de forma que la gran parte de tus comidas sean sanas y te aporten todo lo que necesitas para que tu cuerpo esté sano.
No hace falta que cambies tu alimentación de forma drástica, pero procura ir introduciendo pequeños cambios de forma constante, así te costará menos.
Pasar hambre.
¿Por qué asociamos adelgazar con pasar hambre?, este es uno de los errores más graves. Quienes quieren perder peso rápido y se autoimponen una dieta muy baja en calorías van a ver su objetivo cumplido en la báscula pero con una contraprestación muy alta, cuando la ingesta de calorías es demasiado baja vamos a perder peso, pero el peso que perdemos procede de los músculos, ¿el resultado?, tu metabolismo se ralentiza y le va a costar más quemar calorías, así que aunque te «mates» de hambre acabarás ganando peso y peor aún, vas a perder salud.
Para generar un déficit calórico es más inteligente incrementar tu nivel de actividad física y comer de manera se sana, así que si entre tus hábitos alimenticios está pasar hambre para perder peso ya lo puedes ir dejando.
Saltarse el desayuno.
Este es uno de los malos hábitos alimenticios más habituales , yo soy la primera que me saltaba el desayuno, unas veces por pereza y otras pensando en que vas a perder peso.
Seguro que más de una vez has oido que el desayuno es la comida más importante del día, y aunque te cueste creerlo es verdad, especialmente si quieres perder peso, y lo ideal es desayunar en la primera hora desde que te levantas.
Para veas la influencia que tiene el desayuno en la pérdida de peso, en la Universidad de Tel Aviv han llevado a cabo un estudio, en el que participaron 93 mujeres con obesidad, dividieron a estas en dos grupos diferentes, y ambos grupos se sometieron a una dieta nutricionalmente similar de 1.400 calorías al día. La única diferencia era que un grupo hizo el desayuno su comida más grande (de 700 calorías) y el segundo grupo hizo la cena su comida más grande (700 calorías).
Después de 12 semanas, el grupo que había hecho el desayuno su comida más grande perdió un promedio de 18 libras y tres pulgadas de su cintura, mientras que el grupo grande cena sólo perdió a siete libras y 1.4 pulgadas de sus cinturas.
Eliminar por completo algún grupo de alimentos.
Últimamente están muy de moda las dietas en las que se eliminan por completo los hidratos de carbono, pero siento decirte que no hay una varita mágica que te haga perder peso por dejar de comer algún alimento. El cuerpo necesita que le aportemos tanto proteinas, como hidratos de carbono y grasas, así que en vez de eliminar estos macronutrientes de nuestra alimentación lo que tenemos que hacer es aprender a elegir mejor lo que comemos, en este artículo puedes aprender a elegir los hidratos de carbono buenos y en este otro puedes aprender qué grasas debes incluir en tu dieta.
Basar tu alimentación en productos bajos en grasa.
Parece lógico si queremos perder grasa corporal intentar reducir al máximo la ingesta de grasa, pero como he dicho en el punto anterior nuestro cuerpo también necesita la grasa para subsistir, aunque eso no quiere decir que debamos a atiborrar a alimentos ricos en grasa, las grasas siempre las debemos tomar con moderación.
Según la Escuela de Salud Pública de Harvard lo que realmente influye en el peso y las enfermedades es la cantidad total de calorías que se consumen, así como las grasas «malas» como las grasas trans y saturadas que se encuentran en la carne y los alimentos procesados.
Además ver que un alimento es bajo en grasa nos puede llevar a comer más, según un estudio realizado por la Universidad de Cornell, las personas que vieron a los bocadillos con una etiqueta de «bajo en grasa» comieron hasta un 50% más que los que comieron de bolsas sin la etiqueta.
Tomar bebdidas gaseosas, aunque no tengan calorías.
No nos engañemos, las bebidas gaseosas nos hacen sentir bien y además nos sacian, pero son peligrosas, y os lo digo yo que durante años sólo bebía Coca Cola Zero, ahora la sigo bebiendo pero sólo de vez en cuando.
Además de que estas bebidas abultan nuestro abdomen, y hacen que nuestra tripa parezca más abultada, cada vez hay más estudios que relacionan los refrescos de dieta y otras bebidas endulzadas artificialmente con el aumento de peso, diabetes tipo 2, enfermedades del corazón, derrame cerebral e hipertensión arterial.
Ahora que ya conoces que hábitos alimenticios te pueden acabar pasando factura es el momento de dejarlos.
Juan Carlos Rubio Prestel dice
Cuánta razón tienes en tus consejos, pero qué difícil es aplicarlos…
Raquel dice
Jajajajaja, siempre hay tentaciones y no pasa nada por caer en ellas de vez en cuando, (mejor no te cuento la bolsa de gominolas que me he comido el fin de semana :P), pero mientras esas tentaciones no las convirtamos en hábitos no hay problema 😀