Mis últimos caprichos cosméticos

Nunca he sido demasiado amante de los cosméticos, pero últimamente no sé que me pasa que de repente siento «flechazos» por algunos cosméticos.

El último culpable de mis amores cosméticos es esta tienda de productos de estética llegué a ella por casualidad y he descubierto un montón de cosas que me han encantado.

Yo hasta ahora los únicos productos que compraba, a parte de los productos de higiene, son el tinte para el pelo (ya os he comentado que por herencia familiar tengo muchísimas canas y además las tengo desde pequeña), crema solar para la cara y una hidratante corporal que tiene que cumplir el requisito de oler bien, pero últimamente estoy descubriendo el placer de cuidarse con cosméticos y me estoy empezando a enganchar.

El apartado que más me ha gustado es el cosmética corporal y el de aromaterapia, en el apartado de cosmética he descubierto una marca que se llama Anadia y que yo personalmente no conocía de nada pero que me ha encantado, es una marca de cosmética profesional por eso la «gente de andar por casa» no la conocemos, entre sus productos me he enamorado del aceite de almendras dulces y de la línea Cerezaterapia, con ese nombre ya os imaginaréis como huelen los productos, entre los productos de esta línea hay crema hidratante, exfoliante y crema de masaje, yo de momento sólo he probado la crema corporal y el exfoliante y… ¡me encantan! :), y en el apartado de aromaterapia el aceite esencial de lavandino de la misma marca también me ha encantado.

Los aceites esenciales tienen muchas aplicaciones, y dependiendo de su olor consiguen unos efectos diferentes sobre nosotros, este de lavandino es muy parecido al de lavanda aunque es menos relajante a cambio es más penetrante y rubefaciente (vamos que provoca una vasodilatación periférica con sensación de calor), se puede usar en baños, inhalaciones, aceites de masaje, champú y fricciones capilares, aunque tengo que reconocer que yo lo único que he hecho con el es echar una gotitas cuando preparo mis baños relajantes.

Y hasta aquí os cuento mis últimos caprichitos, ¿y tú que caprichos cosméticos te permites?