¿Haces ejercicio de forma regular pero no logras conseguir tus objetivos? Esto puede suceder por dos motivos:
Si estás en esta situación, un entrenador personal te va a ayudar, por una parte te puede ayudar a marcarte objetivos realistas que puedas alcanzar e ir aumentando de forma progresiva y sobretodo te ayudará a adelantar los resultados que buscas conseguir.
¿No me crees? 🤷🏻 Si alguien a tu alrededor que recurre a los servicios de un entrenador pregúntale por su experiencia.
De hecho, yo estoy hoy hablando del tema porque no hace mucho una amiga que llevaba tiempo estancada y bastante desmotivada, me ha estado contando con mucho entusiasmo todos sus avances desde que cuenta con los servicios de un entrenador personal en Charmartín.
Es más, ella se estaba planteando dejar de lado sus sesiones de entrenamiento porque no veía avances, y ahora está como una moto 🛵 viendo como va mejorando su condición física.
¿Por qué deberías contratar un entrenador personal?
Entrenamiento personal
Sobre todo si vas un gimnasio, estarás pensando que no necesitas ponerte en manos de un entrenador personal, ¡si en el gimnasio ya hay entrenadores!
Y es cierto, tienes razón, en el gimnasio hay entrenadores y te van a entregar una tabla de ejercicios. El problema es que esas tablas son totalmente genéricas y no van a tener en cuenta tus características personales.
Por ejemplo, si tienes fibromialgia o diabetes tus entrenamientos no serán iguales que si no sufres ninguna de estas patologías.
No olvides que el ejercicio físico que cada uno de nosotros debemos hacer es muy diferente en función de nuestras características y nuestros objetivos.
Menos riesgo de lesión
Nadie está libre de lesionarse al practicar deporte. Pero si confías en un entrenador personal el riesgo de lesionarte disminuye significativamente.
Sólo hace falta darse una vuelta por un gimnasio para ver que la técnica a la hora de hacer determinados ejercicios «brilla por su ausencia», y muchas veces incluso te puedes sorprender de que alguien no acabe lesionado viéndole entrenar.
Un entrenador personal va a evitar esas situaciones de riesgo, estará supervisando en todo momento cómo haces los ejercicios para corregir la técnica cuando sea necesario y no pondrá en riesgo tu salud proponiéndote ejercicios imposibles, que en la mayoría de las ocasiones no aportan nada a tus entrenamientos.
Con un entrenador aprenderás a hacer los ejercicios de la forma correcta y entrenarás de forma mucho más segura.
Motivación
Mantener siempre la motivación para hacer ejercicio no es nada fácil. Y te lo digo por experiencia.
Yo soy la primera que, aunque me encanta hacer deporte, no siempre tengo la motivación necesaria para ponerme a entrenar, especialmente desde que soy mamá y siento que no puedo abarcar todo igual que antes, mis entrenamientos se han visto muy perjudicados.
Incluso, en muchas ocasiones, aunque vayas a entrenar, no le pongas la intensidad necesaria para que el entrenamiento sea realmente eficiente.
Un entrenador personal te va a dar ese «chute extra» de motivación que necesitas y va a sacar lo mejor de ti esos días que entrenar cuesta un poco más.
Mayor progresión
Con un entrenador personal no te vas a estancar porque constantemente irá ajustando tus ejercicios para que consigas tus resultados.
Puede que tú sepas la teoría, pero después llevar esas cosas a la práctica te puede costar un poco más, pero tu entrenador siempre lo tendrá en cuenta a la hora de preparar tu sesión de ejercicio.
Poco a poco irás notando como tu rendimiento deportivo cada vez es mayor.
Con un entrenador personal mantendrás la intensidad, el volumen, los tiempos de recuperación y las cargas porque todo será personalizado.
Optimizas tu tiempo
El tiempo es oro, pero no siempre le damos la importancia que realmente tiene.
Me refiero al tiempo que le tienes que dedicar a hacer ejercicio para lograr esos resultados que buscas. Por supuesto, el entrenador va a hacer que aproveches al máximo el tiempo invertido en el entrenamiento. Pero además si estás justo de tiempo no hace falta que «pierdas tiempo en desplazamientos». No hace fata que te desplaces a ningún lado sino quieres, es el entrenador el que se desplaza a donde tú quieras, así no tendrás que desperdiciar ni un segundo de tu valioso tiempo.
¡Vale, me has convencido!, pero… ¿Cómo elijo un buen entrenador personal?
¿Cómo elijo un buen Entrenador Personal?
Pues sin duda esto es lo más complicado, y es que con los entrenadores personales no es «oro todo lo que reluce».
Tienes que asegurarte de que el entrenador que elijas esté correctamente formado (que hay mucho «pirata» por ahí suelto) y que sus tarifas y lo que te ofrece a cambio realmente merece la pena. En la medida de lo posible trata de buscar referencias.
Pero a modo de pequeña guía podrás confiar en un entrenador si:
- Antes de preparar tus rutinas te hace un pequeño estudio. No sólo lo típico de tomarte las medidas y el peso. Te debe preguntar en primer lugar por tu estado de salud. Si tienes algún tipo de dolencia cardiorespiratoria, diabetes, osteoporosis, artritis, artrosis…
- También se debe interesar por los objetivos que quieres conseguir. Lógicamente tu entrenamiento no será igual si quieres mejorar tus marcas de running que si buscas aumentar tu masa muscular o disminuir tu porcentaje de grasa corporal.
- Está especializado. No todos los entrenadores están preparados para entrenar a todas las personas. Al igual que en otros sectores hay especialidades, en el entrenamiento también debe haberlas. Así que si tú tienes unos objetivos muy concretos busca un entrenador especializado en ese área. Por ejemplo, si tu objetivo es hacer un triatlón busca un entrenador especializado en ello.
- Lleva a cabo un control de tus sesiones y está en todo momento pendiente de tu técnica.
- Si te ofrece una sesión de prueba suele ser muy buena señal. Aprovéchala para fijarte en si:
- Se preocupa por ti
- Se adapta a tus necesidades
- No sólo te dice que ejercicios hacer, te enseña a hacerlos y te corrige de la mejor manera posible y sin hacerte sentirte mal (que ahora está muy de moda el entrenamiento militar en los que a veces te tratan «regulín»)
- Te trasmite motivación…
¿Aún te estás preguntando si un entrenador es para ti?
¿Para quienes resulta especialmente beneficioso tener un entrenador personal?
- Si quieres mejorar tu salud, tu físico y tu calidad de vida.
- Necesitas un entrenador si quieres mejorar tus capacidades físicas
- Si tienes objetivos concretos como la pérdida de peso, ganar masa muscular o incluso mejoras tus tiempos o técnica de carrera.
- Para quienes quieran mejorar su técnica en algún deporte o aprender alguno nuevo.
- Para los que están preparando pruebas físicas como las de las oposiciones de bombero o policía.
- Quienes sufren dolores tan habituales como los de espalda y/o cuello.
Pues ya lo sabes, ¡pon un entrenador personal en tu vida! Seguro que no te arrepientes 💪