Biológicamente, el ser humano está programado para consumir alimentos que proporcionen mucha energía y permitan mantener las funciones vitales, entre estos, pasteles, chocolate, muffings, caramelos…, son solo algunas de las tantas opciones que nos encantan por su dulce sabor. Sin embargo, excedernos en el consumo de dulces puede generar complicaciones de salud como diabetes, sobrepeso u obesidad, problemas cardiovasculares, debilitamiento del sistema inmune, retención de líquidos, apatía temporal, falta de atención, entre otros desajustes. Lo que más preocupa es que, pese a que estemos conscientes de ello, probablemente nos cueste controlar la ansiedad por comer dulce.
En este post te vamos a hablar sobre cómo dejar de tener ansiedad por el dulce y qué medidas adoptar para llevar una vida sana, estar en buena forma y mantener buena salud corporal.
¿Cómo controlar la ansiedad por comer dulces?
Existen muchas razones por las cuales se ansía comer dulce con mucha frecuencia, la mayoría son causas emocionales, depresivas, por rupturas amorosas, preocupaciones, estrés, etc. Otros aspectos que pueden relacionarse con las ganas descontroladas por el consumo de alimentos azucarados, es estar sometido a una dieta para adelgazar en la que se haya eliminado (por completo) la ingesta de carbohidratos, lo que al final resulta en un efecto contrario.Asimismo, el sedentarismo, la falta de actividad y el aburrimiento pueden desencadenar una búsqueda frenética por todos los dulces que se puedan encontrar en la despensa. Lo que se debería llevar a cabo es una dieta personalizada en la que puedas comer de forma moderada todo tipo de alimentos. Entonces, ¿Cómo dejar de tener ansiedad por el dulce? Querer tomar dulce es un problema muy común en la población, es por ello que las estrategias para ganarle la batalla a la ansiedad por el dulce, son muchas y variadas. A continuación te contamos sobre algunas de ellas.
1. Mantener la mente distraída
La ansiedad por comer dulce puede generarse por ocio o aburrimiento. Una buena forma de evitar caer en la tentación es mantener la mente distraída y alejarse de la cocina. Por ejemplo, ver una película, pintar un cuadro, escuchar música, practicar un deporte, leer un libro, salir a caminar, etc., son actividades que pueden distraernos y hacer que nos olvidemos de la ansiedad por comer.
2. Hacer ejercicio
Tener buenos hábitos de salud implica asumir conductas que nos lleven a mantenernos sanos y, entre estas, hacer ejercicios de forma habitual contribuye, no solo con la salud corporal, sino que ayuda a controlar estos estados de ansiedad. Particularmente, hacer deporte favorece la quema de calorías y nos hace menos propensos a atrancarnos de dulces, luego de una sesión de actividad física. Aun cuando quemar calorías requiera reponer energías, cuando se hace ejercicios se liberan endorfinas y se induce al cuerpo en un profundo estado de bienestar general; de modo que al estar relajado, tomamos decisiones con mayor sensatez y, en lugar de comer una galleta o bollería industrial, seguramente nos decidiremos por una rica y saludable manzana.
3. Llevar una dieta saludable y equilibrada
Uno de los errores que con mayor frecuencia muchas personas cometen es que, cuando se someten a programas para perder peso, bien sea dietas para adelgazar 5 kilos o más, eliminan los carbohidratos del menú. Sin embargo, seguir una dieta hipocalórica no implica dejar de comer alimentos azucarados, ya que esto es muy poco sostenible a largo plazo. De hecho, eliminar los azúcares de la dieta hace que, en muy poco tiempo, sientas una descontrolable necesidad de comer dulce. La mejor opción es seguir una dieta saludable y balanceada en la que incluyas alimentos de todos los grupos alimenticios, y asegurarte de que se tienen todos los nutrientes necesarios. Para ello, se recomienda seguir las orientaciones de un nutricionista dietista y hacer dietas personalizadas ajustadas a tus metas, condición física y salud.
4. No comprar dulces
Una de las mejores formas de controlar la ansiedad por comer dulces es no tenerlos en casa. Cuando estamos en casa, sin nada o con muy pocas cosas por hacer, solemos estacionarnos en la cocina y buscar en la despensa cualquier tipo de alimento dulce. Así pues, si no encontramos nada que comer, buscaremos otra cosa por hacer. Por otra parte, cuando nos demos cuenta de que comprar dulces aumenta nuestro presupuesto, es posible que hagamos conciencia y seamos menos propensos a comprarlos.
5. Hacer cinco comidas al día
Hacer las tres comidas principales y dos tentempiés al día permite acelerar el metabolismo y controlar los impulsos por comer alimentos poco saludables. La clave consiste en estar saciado, ya que cuando se tienen las reservas energéticas completas es muy poco probable que surjan deseos ansiosos por comer.
Preparar un desayuno nutritivo, completo y con un promedio de 400 o 450 calorías entre lácteos, hidratos de carbono, proteína y frutas, permitirá iniciar el día con mucha energía. Hacer una comida balanceada que incluya proteína, fibra y grasas saludables, una cena ligera y dos meriendas: una a media mañana y otra a media tarde, puede completar una alimentación saludable que evitará la ingesta de dulces sin control.
6. Comer dulces sanos
Un menú semanal que incluya dulces sanos no tiene razones para generar antojos o deseos impulsivos por comer dulces. Una buena opción de disminuir la ansiedad es reemplazar, de forma progresiva, los dulces refinados por dulces naturales (aquellos que no llevan azúcar añadido). Por ejemplo, podemos optar por chocolate al 85%, fruta deshidratada, frutos secos y, por supuesto, fruta entera, sobre todo, aquellas que generan mayor saciedad y contribuyen con un importante aporte de fibra y agua, como manzanas, naranjas, fresas, plátanos…
7. Beber mucha agua
Beber mucha agua, es un hábito que no solo debes adquirir para evitar la ansiedad por comer dulces, esto debe ser parte de llevar una vida saludable. Por otro lado, muchas veces también se confunde las ganas de comer dulce o el hambre con la sed, en estas ocasiones tomar agua o alguna infusión (sin azúcar añadida) puede llenar el estómago y saciar la ansiedad.
8. Cepillarse los dientes después de cada comida
Cepillarse los dientes luego de comer genera una sensación de limpieza y un agradable sabor a menta que puede hacer que la ansiedad por comer dulces y el no querer ensuciar los dientes, evite el consumo de alimentos y, en consecuencia, se reduzcan los riesgos de consumir alimentos azucarados.
Sin duda, el cuerpo humano requiere azúcar para poder funcionar. Cuando se tienen bajos niveles de azúcar en la sangre, el cuerpo manifiesta la necesidad de consumir alimentos dulces. No obstante, el cuerpo no puede distinguir entre los alimentos saludables y aquellos que no lo son. La mayoría de las personas optan por la ingesta de chocolates, caramelos, bollería industrial, pasteles y otros alimentos de elevado azúcar añadido que no son sanos. Y, una vez que el cuerpo se habitúa a este modo de alimentación, la ansiedad por comer dulces se vuelve incontrolable.¿Qué ocurre? Cuando la ingesta de azúcar es abusiva, los niveles de dopamina en el cerebro aumentan y esto genera bienestar. Este aumento hace que se relacione la ingesta de dulces con gratificación o placer, tal como ocurre con las sustancias que son adictivas como las drogas, por ejemplo. De manera que los antojos terminan haciéndose cada vez más fuertes y frecuentes y, en el peor de los casos, imparables. Esta situación la debemos evitar, ya que, además de que no es sano, tener ansiedad por comer dulces genera trastornos que pueden ser irreparables.