Hoy te quiero hablar de algo que puede que puede que lleves toda la vida haciendo mal. ¿Cuándo me tengo que duchar después de entrenar?
A lo mejor nunca te lo has planteado, pero esta es una duda bastante habitual y no elegir el momento apropiado para ducharse después de entrenar también es uno de los errores más habituales, por eso hoy te quiero dejar claro cual es momento ideal para ducharte tras el entrenamiento.
Pero… ¿Es obligatorio ducharse después de entrenar?
¿Es obligatorio ducharse después de entrenar?
Rotundamente sí, aunque luego veremos el momento ideal para hacerlo.
Puede que a veces sientas la tentación de saltarte la ducha postentrenamiento porque tengas mucha prisa o porque después tienes pensado realizar más tareas vigorosas y ¿Para qué ducharte dos veces?
Pero lo mejor es no caer en la tentación y ducharte después de hacer ejercicio.
¿Nunca has tenido la sensación después de entrenar de que el cuerpo te pide una buena ducha? Pues no es una sensación, es algo real, tu cuerpo necesita esa ducha. Necesita eliminar el sudor acumulado, tanto por higiene, como por salud para evitar contraer infecciones.
Al hacer ejercicio liberamos toxinas y eso es genial. Pero si después no te duchas para limpiar tu piel y dejas el sudor durante mucho tiempo en tu piel la pueden irritar y entre otras cosas te puede causar erupciones y espinillas.
Ahora tienes claro que no te puedes saltar la ducha después de entrenar. ¿Pero cuál es el momento adecuado para hacerlo?
¿Cuál es momento adecuado para ducharme después de entrenar?
No debes terminar de entrenar y correr a la ducha. Debes esperar un poco para que tu temperatura corporal vuelva a ser normal.
Lo ideal es esperar hasta que dejemos de sudar y ducharnos inmediatamente después.
Como norma general esto ocurre entre 10 y 30 minutos, dependiendo de lo intensa que haya sido tu sesión de entrenamiento y la temperatura del ambiente.
En este tiempo podemos aprovechar para hacer unos estiramientos o para volver a casa paseando.
¿Por qué es importante esperar este tiempo?
Cuando entrenamos nuestra temperatura corporal aumenta, y para regularla nuestro cuerpo empieza a sudar.
Cuanto más intenso sea el trabajo que hemos realizado más subirá nuestra temperatura y más sudaremos. Ante esta situación una buena ducha se vuelve muy apetecible, pero no nos debemos precipitar.
Justo después del entrenamiento tu piel está especialmente sensible y si nos vamos a la ducha demasiado rápido pueden aparecer las irritaciones.
Además, si nos metemos en la ducha demasiado pronto lo más probable es que sigamos sudando después de habernos duchado porque nuestro cuerpo no ha terminado de «enfriarse» y te garantizo que es una sensación bastante desagradable. Esto es algo muy habitual cuando el ambiente es más cálido.
Por otra parte si esperas demasiado y el ambiente no es cálido puedes correr el riesgo de resfriarte.
¿Qué más cosas debo tener en cuenta cuando me ducho después de entrenar?
La temperatura del agua.
También es importante elegir una temperatura del agua adecuada.
Aunque las duchas de agua fría están llenas de beneficios, no es la mejor opción para ducharte después de hacer ejercicio.
Puede que piensas que si te duchas con agua fría conseguirás enfriar antes tu cuerpo y cortar el sudor, pero el efecto es justo el contrario, sudarás más porque al enfriar la piel exceso el cuerpo trata de enviar calor para poder mantener la temperatura corporal.
Así que lo más recomendable es empezar la ducha con agua tibia y después ir ajustando la temperatura a tu gusto.
Elige la ropa adecuada
Las prendas de algodón no son la mejor opción para entrenar porque no favorece la condensación.
Pero si no te queda otro remedio y has utilizado, por ejemplo, una camiseta de algodón, es muy importante que te cambies de ropa y te pongas ropa seca mientras esperas que llegue el momento de la ducha o de lo contrario te puedes resfriar.
Hidrátate bien (Por fuera y por dentro)
Es muy importante mantenerte bien hidratado tanto cuando estás entrenando como cuando ya has terminado. De esta forma tu cuerpo será más eficiente a la hora de regular tu temperatura corporal.
Si no te hidratas lo suficiente tu cuerpo no tendrá agua que evaporar y no será capaz de regular tu temperatura, que podrá llegar a subir de forma peligrosa.
Además también tienes que hidratar tu piel.
Para mi uno de los mejores momentos del día es precisamente ese. Después de un buen entrenamiento y una buena ducha echarme una hidratante corporal, que me haga sentir como la piel se hidrata y que huela bien. Ese momento de relajación total me hace sentir en el paraíso por unos instantes.
Espero que no te haya quedado ninguna duda sobre la ducha postentrenamiento, pero si te sigue quedando alguna no dudes en hacérmela llegar en los comentarios y trataré de responderla.