Ahora que se acerca el verano ¿qué te parece trasladar tus entrenamientos a la piscina?, entrenar en el agua además de ser muy refrescante y hacernos más llevaderos los días en los que el calor aprieta más también está lleno de beneficios.
Ya sé que no todos la posibilidad de tener una gran piscina a nuestra disposición para hacer ejercicio y refrescarnos, pero si tienes un jardín pequeño o poco presupuesto hay piscinas como las de Distria que se pueden convertir en tu mejor opción.
Entrenar en el agua tiene las mismas ventajas que los ejercicios de tierra pero con algunos beneficios extra.
Beneficios de entrenar en el agua:
Evita lesiones y ayuda a recuperarte de ellas.
La gravedad en el agua disminuye considerablemente por lo que el impacto articular se reduce considerablemente.
El 90% del peso corporal puede flotar cuanto tenemos el agua hasta el cuello, y es esta flotabilidad la que hace que disminuya el impacto en las articulaciones.
Músculos más fuertes
El agua tiene 12 veces más la resistencia que el aire, lo que te ayudará a fortalecer tus músculos y lo mejor de todo es que además no notas el esfuerzo.
Nos ayuda a evitar mareos y golpes de calor.
En verano los golpes de calor y los mareos durante los entrenamientos son habituales. Al entrenar dentro del agua este problema se evita gracias a la temperatura del agua. El agua hace que la temperatura de nuestro cuerpo baje y actúa como un perfecto termorregulador ayudándonos a mantener una temperatura adecuada cuando ya hemos terminado nuestra rutina y salimos del agua.
Mejora la flexibilidad:
Al estar bajo el agua, puedes estirar y moverte mejor que en tierra firme. Eso facilita que tu cuerpo se haga más flexible.
Mejora la circulación:
El agua proporciona un suave masaje que estimula la circulación sanguínea.
¿Qué tipos de ejercicios puedo hacer en el agua?
Pues realmente todo lo que se te ocurra. Desde correr en el sitio, hacer sentadillas, lanzar patadas por delante o por detrás…
Un ejercicio muy eficaz para la parte inferior del cuerpo es saltar en el agua flexionando las rodillas de forma alternativa.
Tu imaginación es libre y el agua te permite casi cualquier ejercicio dependiendo de la profundidad.