La batería de cocina es un accesorio básico en la cocina. Compuesta de varios elementos, en distintos tamaños, y casi todos ellos normalmente con tapaderas, se hace un utensilio básico en nuestra cocina. Elegir la mejor batería en la que preparar nuestras viandas es tarea ardua y requiere de ciertos elementos, como explican en bateriasdecocina.top, una web recomendada con elementos de cocina. El mercado de menaje para cocina ofrece una gran variedad para el equipamiento necesario.
Entre tanta variedad se ha de buscar una que sea la mejor para nuestras necesidades, no se raye, no queden los alimentos pegados, y se limpie y mantenga bien por más tiempo. En definitiva, una batería que sea resistente y duradera, explican en su guía de compra.
La batería de cocina, clave en el día a día
Podemos encontrar baterías de todo tipo, tanto en revestimientos interiores como en la superficie exterior: cazos y cazuelas esmaltados en interior y esmaltados con decorado en el exterior, con revestimiento esmaltado en el exterior y capa antiadherente en interior (de ahí su nombre de batería antiadherente), de acero inoxidable con doble capa termo difusora en el asiento, y los cocottes u ollas de hierro fundido.
Hay que tener en cuenta, a la hora de adquirir estos elementos, aparte de su importe, el uso/empleo que vamos a hacer de cada complemento.
Mejores baterías de cocina
También, es cierto si queremos una buena batería para cocinar, con buen resultado después de muchos usos y que perdure en buen estado, no hay duda de que las baterías de acero inoxidable son la mejor elección. Su precio es bastante más elevado que las antiadherentes, pero bastantes más asequibles que las cazuelas de creadas de hierro fundido.
Las baterías antiadherentes están fabricadas de distintos revestimientos: piedra o granito, cobre, cerámica, titanio o teflón. Este último material ha tenido sus detractores, pero gracias a sus tratamientos para eliminar toxinas es seguro.
Esta clase de baterías son poco duraderas, generalmente, y pueden deformarse con facilidad. Cuentan con otras ventajas: su precio es bastante bajo, aunque si quieres una buena batería antiadherente no será barata; son ligeras y manejables ya que no pesan; los alimentos cocinados en ollas de este tipo raramente se pegan al fondo. Cuando esto sucede es señal de que finaliza su vida útil.
Para prolongar su buen estado no debemos utilizar accesorios metálicos sobre ellas, mejor usar utensilios de madera o silicona; limpiar con esponja suave sobre su superficie; no colocarlas vacías sobre el fogón, siempre con agua o aceite; y cocinar a fuego suave o moderado, sin someterlas a temperaturas superiores a 300ºC.
Las baterías de acero inoxidable, si te decantas por una buena de 18/10 de acero, tienen precio y peso bastante más alto que las antiadherentes, son más duraderas en el tiempo, son muy limpias, y no desprenden nunca elementos que pueden perjudicar; resistentes ya que no se deforman, y se limpian bien, a pesar de que, es cierto, hay ciertos alimentos que se peguen en el fondo.
Esto no es mucho problema, de hecho, los mejores cocineros utilizan siempre baterías de acero inoxidable. Su cocinado es más lento, pero reparten mejor el calor, y lo mantienen; esto puede suponer un ahorro de energía, y admiten cualquier fuente de calor.
Es indiscutible que las baterías de hierro fundido son las que proporcionan mejores resultados en duración (pueden usarse por generaciones). Con un reparto totalmente uniforme del calor, son de cocción lenta, pero mantienen más tiempo la temperatura, y enriquecen el sabor de las comidas. No se oxidan, ni en ellas se “agarran” los alimentos gracias a la incorporación de esmaltes y vitrificados que actualmente reciben en su fabricación
Su precio es elevado, y su manejo y limpieza también son más costosos; sus asas no están aisladas y siempre se precisa coger guantes cuando se manipulen en los fogones.