Agujetas. Que son, remedios y mitos sobre ellas

No os voy a engañar, hoy tengo agujetas. Así que no se me ocurre un tema mejor del que hablar que como disminuir el dolor de las agujetas 🙂

El nombre formal de las famosas agujetas es dolor muscular de origen retardado (DOMS en inglés). La verdad es que no se rompieron mucho la cabeza al ponerle nombre. Se llaman dolor muscular de origen retardado porque aparecen uno o dos días después del ejercicio 🙂 Aunque en algunos casos, y dependiendo de la intensidad del ejercicio y del tiempo de inactividad, pueden aparecer el mismo día del entrenamiento, y va disminuyendo poco a poco en los días siguientes.

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Las agujetas no sólo aparecen cuando empiezas a hacer deporte. También pueden aparecer cuando ya estás en forma al introducir un nuevo ejercicio en tu rutina o al cambiar el entrenamiento.

Pero… ¿por qué se producen las agujetas?

Antes se creía que las agujetas eran cristales de ácido láctico que pinchaban al músculo, pero ahora ya se sabe que esta teoría no es cierta y se cree que son una reacción inflamatoria por las micro roturas musculares después de realizar una actividad física.

Cuando se producen estas lesiones se acumulan gran cantidad de desechos metabólicos, que dan paso a una reacción inflamatoria e irritan las fibras nerviosas produciendo ese dolor tan característico.

Es como si te estuvieran clavando agujas en el músculo (por eso se apodan como agujetas).

¿Las buenas noticias? Las agujetas te hacen más fuerte. Las agujetas acaban con las fibras débiles, y las que consiguen aguantar la presión se van volviendo más fuertes.

Cuando tienes agujetas si descansas y comes adecuadamente, tu cuerpo las reconstruye las fibras musculares dañadas haciéndolas más fuertes y más grandes. Así es como ganas masa muscular (ya sabes esa gran enemiga de la grasa que se la va cargando poco a poco 😉 )

¿Dónde debe estar el límite de las agujetas?

Todo tiene un límite. Ya os he contado que a mi me encanta tener una leve sensación de agujetas, pero algo leve que sólo me haga recordar que me he esforzado durante el entrenamiento. Si tienes tantas agujetas que te cuesta sujetar el teléfono cerca de la oreja, está claro, te has pasado 🙁

Cuando te pasas de la raya las células musculares se descomponen y vierten la mioglobina que contienen en el torrente sanguíneo. Esta molécula suelta en tu sangre es tóxica para los riñones y genera una condición llamada rabdomiolisis, que en los casos más graves puede llevarte al hospital. Pero tranquilo que tiene que ser muy grave 😛

Para saber si simplemente tienes agujetas o si te has pasado y padeces rabdomiolisis (los síntomas son muy parecidos pero más severos), te tienes que fijar en la orina. Si tu orina es más oscura de lo normal posiblemente te has pasado y tienes rabdomiolisis.

Por el contrario, si después de tu entrenamiento no notas absolutamente nada. Vamos que te sientes como después de levantarte del sofá después de ver una peli de 3 horas. No te has esforzado lo suficiente y tus músculos no se van a poner más fuertes.

Vale, tengo agujetas ¿qué puedo hacer para aliviarlas?

¿Cómo disminuir el dolor de las agujetas?

Utiliza el frío. Ya te expliqué en que en las lesiones con inflamación hay que aplicar frío y en las agujetas existe inflamación.

Volver a hacer el ejercicio que te ha provocado las agujetas pero de manera más suave. Este va a aumentar el riego sanguíneo en la zona afectada, reduciendo los metabolitos y diminuyendo en cierto grado el dolor.

Date baños. Tanto si son de agua fría como si son de agua caliente los baños te vendrán bien. Un baño caliente activa el riego sanguíneo a los músculos, mientras que uno frío tiene un efecto analgésico, anestesia los nervios y facilita la movilidad.

Masajes: Con los masajes no se trata de amasar la zona sino de dar friegas, de esta forma conseguiremos drenar la zona. Además puedes aprovechar para dártelo con tu crema anticelulítica de efecto frío o caliente, que también te van a ayudar a aliviar el dolor 😉

Puedes utilizar antiinflamatorios no esteroides. Yo prefiero no tomarlos, pero si tienes mucho dolor puedes tomar una aspirina o ibuprofeno, te van a ayudar a reducir temporalmente el dolor muscular, aunque no van a hacer que las agujetas se te pasen antes.

Ahhh, y eso de tomar agua con azúcar no funciona para disminuir el dolor de las agujetas, sólo estarás tomando una dosis extra de azúcar. Pero de eso voy a hablarte ahora.

Aclarando algunos mitos sobre las agujetas:

¿Sirve el agua con azúcar para las agujetas?

¿Cuántas veces te han recomendado beber agua con azúcar para las agujetas? ¿Pero de verdad sirve para algo?

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El agua con azúcar es uno de los remedios más tradicionales para acabar con esas odiosas agujetas. En muchas ocasiones al agua con azúcar además se le añade un chorro de zumo de limón para aumentar su eficacia.

El agua con azúcar es un remedio de toda la vida para las agujetas.

¿Por qué se utilizaba el agua con azúcar para las agujetas?

Se creía que las agujetas estaban causadas por cristales de ácido láctico que se formaban en el músculo. Y con el agua con azúcar, y a veces también con limón, se creía que se iban a eliminar esos cristales.

En la actualidad hay ya muchísimos estudios que demuestran que no es así.

Las agujetas no se producen por esos cristales de ácido láctico. Así que tomar esa bebida no te va ayudar absolutamente para nada. Solamente para tomar más azúcar en tu dieta y aumentar el número de calorías totales. Bueno y además de paso también te puede producir caries.

Realmente las agujetas se producen por realizar ejercicios en los que existen contracciones excéntricas. O lo que es lo mismo, los ejercicios en los que el músculo se acorta a medida que se desarrolla la tensión. Estas contracciones generan una tensión tan fuerte que provoca micro roturas de las estructuras musculares. Y contra eso poco puede hacer el agua con azúcar.

¿Tener agujetas es síntoma de un buen entrenamiento?

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Mucha gente asocia agujetas con trabajo muscular bien hecho y no tiene porque ser así.

Yo reconozco que me gusta tener una cierta sensación de agujetas después de entrenar, porque eso me hace ver que he trabajado y que me he esforzado.

Pero no siempre tenemos agujetas. Y no tener agujetas no quiere decir que no nos hayamos esforzado ni hayamos trabajado bien. Es más, si sueles ir al gimnasio y cada día tienes agujetas tras tus sesiones de entrenamiento eso quiere decir que hay algo que no estás haciendo bien.

Las agujetas constantes no son síntoma de crecimiento muscular. Aunque mucha gente lo crea. Solo aparecen cuando cambiamos de ejercicios o incorporamos actividades nuevas diferentes a las que estamos acostumbrados a realizar.

Para conseguir mejoras musculares tenemos que conseguir que actúen las células satélites.  Las células satélites son las que nos ayudan a reparar el daño causado por el entrenamiento.

¿Y cuándo hacemos aparecer esas células satélites?

Cuando somos capaces de entrenar con una carga adecuada. Ni más de la que debemos ni menos de la que podemos. Sin producir muerte celular aunque sí micro roturas.

Así que si tú eres de los que siempre que entrenan tienen agujetas te tienes que plantear hacer pequeñas modificaciones. Las agujetas solo las tienes que tener algunas veces. Como te decía antes cuando cambias la rutina o incorporas nuevas actividades a tus entrenamientos. Si haces esos cambios, seguro que tus músculos lo van a agradecer.

¿Y tú haces algo especial cuando tienes agujetas?. ¿Tienes algún otro truco para disminuir el dolor de las agujetas?.¿Conoces algún otro mito sobre las agujetas? Si es así cuéntamelo 😉