¿Estás comiendo sano pero no consigues adelgazar? Entonces hay algunos cambios que tienes que hacer para conseguir tu objetivo.
Si estás comiendo sano, te estás esforzando ¿Por qué la báscula no se mueve nada? ¡Sigues en el mismo peso, y lo peor de todo, no notas que pierdes volumen! ¿Por qué te está pasando eso? Pues lo primero que te quiero decir es que no eres el único. Hay mucha gente a la que le sucede exactamente lo mismo.
Pero tranquilo que yo ya estoy aquí dispuesta a ayudarte y te voy a contar qué cambios tienes que hacer para que consigas adelgazar.
Cambios que tienes que hacer si no consigues adelgazar
Hazte con una buena báscula
Lo primero que tienes que hacer es asegurarte de que realmente no estás adelgazando. ¿A qué me refiero?
Si sólo te pesas puede que te estés llevando una sorpresa desagradable y veas que tu peso no baja ni un solo gramo, pero eso no quiere decir que tu composición corporal no esté cambiando. Y es que, los kilos no siempre dicen la verdad de cómo estamos evolucionando, y simplemente medir nuestro progreso haciendo caso a los kilos nos puede generar mucha frustración innecesaria.
Dos personas pueden pesar y medir exactamente lo mismo pero tener un aspecto totalmente diferente porque una tiene exceso de grasa corporal y la otra mucha masa muscular.
Así que, es mucho más interesante que en lugar de preocuparte solo por los kilos te empieces a interesar también por el exceso de grasa corporal. Eso es lo que realmente tenemos que controlar, no sólo para vernos mejor físicamente sino también para mejorar nuestra salud.
Por eso es imprescindible que te hagas con una báscula de grasa corporal o báscula de bioimpedancia, que a parte de decirte cuánto pesas también analiza otros valores como el porcentaje de grasa corporal, el IMC, el porcentaje de agua, el peso óseo, la masa muscular o incluso la tasa metabólica basal, que es el número de calorías que necesitas al día para subsistir.
Una vez que realmente sepas si estás o no perdiendo grasa corporal tienes que tomar medida.
Diario de alimentos
Pues si todavía no lo haces, lo primero que tienes que hacer es llevar un diario de alimentos. Aquí ya te he hablado de su importancia.
Este diario de alimentos no lo tienes que hacer con el objetivo de castigarte ni de sentirte culpable cuando comas algo que no es saludable, no. El diario de alimentos lo tienes que utilizar para conocer realmente cuáles son tus hábitos. Porque hay cosas que se te pueden estar escapando y ser las culpables de que no estés consiguiendo tu objetivo.
Es importante que anotes todo lo que comes y todo lo que bebes. Todo.
Y además también tendrías que anotar como ha hecho sentir, incluso como te sentías antes de tomarlo. Puede que te des cuenta de que, aunque a grandes rasgos estés haciendo las cosas bien, hay pequeños hábitos, muy pequeños, que estén tirando todo tu esfuerzo por la borda. Poor ejemplo, tomar unos cuantos caramelos al día, tomarte un refresco con la comida… Hay mil hábitos que puedes estar teniendo.
Ya verás cómo llevando un registro de alimentos vas a conseguir progresar. Simplemente por registrarlo vas a tener una alimentación más adecuada.
Además te va a ayudar a conocerte mejor y saber si un determinado estado de ánimo va a desencadenar que comas un determinado alimento. Por ejemplo, si te sientes cansado te puede llevar a comer dulces. Entonces justo cuando te notas que te empiezas a sentir cansado, si ya sabes cuál va a ser la consecuencia, puedes aprovechar y tomar fruta. Te va a ayudar a liberarte de esa sensación de querer algo dulce y vas a conseguir tu objetivo.
Los grandes cambios
Una vez pasado el primer paso y tienes tu registro de alimentos, es el momento de hacer cambios. Y cambios de los importantes, cambios que posiblemente te cuesten.
¿Estás comiendo a deshoras? Cámbialo. ¿Tomas alimentos procesados? Cámbialo.¿Tomas bocadillos de trabajo? Cámbialo.
El diario de alimentos te ayudará a detectar qué malos hábitos estás teniendo y cambiarlos.
Es muy importante que tengas un horario regular de comidas, que elimines en la mayor medida posible los alimentos procesados de tu dieta y que si tienes que comer fuera de casa, en el trabajo, no tires de bocata y te lleves un tupper con tu comida preparada.
Como te decía antes, muchas veces las ganas de tomar alimentos dulces son consecuencias de la ansiedad. Pero tomar algo dulce no tiene por qué ser necesariamente tomar un donut. Estáte preparado siempre con alimentos dulces como las frutas.
La fruta además de quitarse el gusanillo por algo dulce, te va aportar vitaminas minerales y fibra. Así que, puede ser el alimento perfecto que tomar entre horas cuando te da un poquito antojo.
Toma más proteínas
Incluye más proteína en su dieta. Ya te he hablado varias veces de la importancia de las proteínas y te he explicado cuál es la cantidad diaria de proteína que tú tienes que tomar dependiendo de cuál sea tu situación.
La Organización Mundial de la Salud recomienda tomar ente 0,8 y 1 gramo de proteína al día por cada kilo de peso.
Pero esa recomendación de la OMS se puede quedar corta. Cuando eres deportista o quieres perder peso esa cantidad proteína no es suficiente. Si lo que quieres es perder peso deberías tomar al menos 1,05 gramos de proteína al día. Y si además eres deportista, lo puedes incrementar hasta 2,5 gramos de proteínas por cada kilo de peso al día.
Date cuenta de que tus músculos se tienen que recuperar del esfuerzo, y se recuperan con las proteínas. Si tomas la calidad suficiente de proteínas al día vas a sentirse más fuerte y no vas a tener ansiedad, y eso te va a ayudar a conseguir su objetivo.
Y sobre todo recuerda que esto es una carrera de larga distancia no es un sprint.
Tienes que mantener los cambios en el tiempo. Con paciencia y perseverancia, y los cambios acaban llegando. Te lo garantizo.