La demencia es la pérdida progresiva de las funciones cognitivas debido a daños o desordenes cerebrales fuera de la normalidad y según un estudio realizado por el Group Health Center for Health Studies de Seattle podemos combatir la demencia haciendo ejercicio, aunque ya había estudios anteriores que también demostraban los beneficios del deporte ante la demencia.
El ejercicio moderado practicado de forma regular, al menos 3 días a la semana, reduce hasta en un 30 ó 40% los riesgos de desarrollar demencia y Alzheimer. Incluso una caminata ligera de 15 minutos diarios puede reducir los riesgos de la enfermedad.
Además mientras más frágil es una persona, más beneficios obtiene del ejercicio y nunca es tarde para empezar a hacer ejercicio y notar sus beneficios.
En la actualidad en torno a 24 millones de personas en el mundo viven con demencia y los resultados de la investigación sugieren que la práctica de ejercicio también podría ayudar a retrasar el progreso de la enfermedad en personas que ya han comenzado a desarrollar los primeros síntomas.
Ante cualquier síntoma de un declive de las funciones mentales o físicas es conveniente empezar a hacer ejercicios combinando el trabajo de todas las cualidades físicas básicas como fuerza, resistencia, agilidad, coordinación, flexibilidad y elasticidad.
Muévete, haz ejercicio, no sólo el cuerpo lo agradece, la cabeza también.