Hoy os quiero hablar de la salud ocular, y es que con motivo del Día Mundial de la Visión (el pasado 13 de octubre) tuve la oportunidad de asistir a la presentación de las innovadoras lentes ICL de STAARSurgical bajo el lema “ Libérate de tus gafas ”.
Yo no necesito gafas, así que no tengo que librarme de ellas (de momento) pero Óscar, mi sufrido compañero de batallas, sí que lleva muchos años acompañado por las gafas. Y él no es el único, ¿sabías que en es España más de la mitad de la población necesita gafas o lentillas?, concretamente el 53,4% de los españoles necesita algún sistema de corrección visual.
Si tú necesitas gafas seguro que entiendes porque Óscar se quiere deshacer de ellas, sobre todo si también eres deportista, y es que no nos engañemos, las gafas son un engorro.
Ahora que Óscar ha empezado a acompañarme a hacer ejercicio utiliza lentillas, pero en su juventud abusó tanto de ellas que apenas las aguanta, así que se las pone sólo para ir al gimnasio, pero claro ¿qué pasa si quiere ir a la piscina?, lo tiene complicado porque “no ve 3 en un burro”.
Así que dispuestos a recabar información y a aprender todo sobre estas novedosas lentes ICL nos plantamos en su presentación.
Nada más llegar nos enteramos de algo muy grave que hacemos mal…
Durante la presentación de las lentes ICL aprendimos un montón de cosas interesantes, pero hubo una que nos dio escalofríos… ¡Las lentillas normales no se pueden mojar!
¿Cuántas veces te has duchado con las lentillas o te las has puesto para ir a la playa?, no sé tú, pero Óscar un montón de veces. De hecho, antes de que empezara a hacer deporte conmigo sólo las usaba cuando íbamos a la playa L… pues si tú haces lo mismo ya puedes ir dejando esta costumbre porque puedes llegar a perder los ojos, y no estoy exagerando.
La queratitis por Acanthamoeba es una enfermedad producida por la invasión de la córnea por amebas que se encuentran en el agua y pueden llegar a dañar de forma muy importante la capacidad visual.
Después de este pequeño aporte didáctico, que a Óscar le sirvió para interesarse aún más por las lentes intraoculares, voy al grano… ¿Qué son las lentes ICL?
¿Qué son las lentes ICL?
Pues son unas lentes intraoculares fabricadas con Colámero, un material de alta calidad y muy avanzado tecnológicamente, que las hace totalmente compatibles con el organismo.
Con ellas puedes corregir problemas como la miopía (el problema más sencillo de solucionar), la hipermetropía y/o el astigmatismo.
¿Qué ventajas tienen las lentes ICL frente a otras cirugías oculares?
Casi siempre que pensamos en cirugía ocular pensamos en las operaciones con láser, y aunque se ha avanzado mucho en ellas las lentes ICL tienen bastantes ventajas frente a ellas, de hecho, para el Doctor Francisco Poyales, prestigioso oftalmólogo de la Clínica IOA Madrid, la ICL es su niña bonita, por encima de cualquier otra cirugía ocular.
Rápida implantación.
Una de las ventajas de estas intervenciones es su rapidez, se implanta en menos de 15 minutos por cada ojo, incluso el Dr. Francisco Poyales reconoce que en la mayoría de los casos los implantes no llevan más de 8 minutos por ojo.
Rápida recuperación.
La recuperación es prácticamente instantánea y como anécdota el Dr. Poyales nos contó como muchos pacientes cuando se incorporan de la camilla y pueden ver se emocionan e incluso le abrazan antes de salir del quirófano porque no se creen lo que están viendo (y nunca mejor dicho).
Son reversibles.
Para mi uno de los puntos fuertes de las lentes ICL es que son totalmente reversibles, ¿qué quiere decir eso?, pues que si por cualquier causa surge algún problema en los ojos o cambia la graduación se pueden quitar o sustituir por otras.
Daniel Gómez Portet, periodista que actualmente trabaja en Tele5, tiene implantadas las ICL desde hace dos años, y el mismo nos explicó que, aunque al principio le asustaba un poco la idea de implantarse las lentes, pensó:“bueno si algo va mal me las quito y aquí no ha pasado nada”.
Respetan el tejido natural del ojo.
Al contrario de lo que ocurre con el láser que modifica la córnea, con estos implantes se preserva la córnea y no se modifica.
No a los ojos secos.
No causan el conocido como Síndrome del Ojo Seco, algo que es bastante habitual entre quienes se operan con láser (el 40% de los operados sufren este molesto síndrome).
Verás mejor que nunca.
La calidad de visión que se consigue después de un implante ICL es altísima.
De hecho, hay pacientes que se han operado un ojo con láser mientras que en el otro se han implantado una lente ICL y aseguran que la diferencia de visión entre los dos ojos es altísima siendo mucho más clara y nítida en el ojo que llevan la ICL.
Esta gran diferencia de visión se debe por una parte a la gran calidad del Colámero con el que están fabricadas y por otra parte al lugar donde se colocan que hace que el enfoque de la retina sea mucho mejor.
Es la opción más segura.
La implantación de las ICL es la cirugía de corrección permanente de problemas de visión más segura que existe. Los riesgos durante la intervención son muy bajos.
Permite graduaciones más elevadas que el láser.
Con las lentes ICL se pueden corregir problemas de visión entre las -0,5 D y las -18 D en los casos de miopía, llegando hasta las 6 D en los casos de astigmatismo y en los casos de hipermetropía corrige rangos entre las +0,5 D y las +10 D
Un caso real: la experiencia de Daniel Gómez Portet
Antes ya os he mencionado por encima que Daniel Gómez Portet nos contó su experiencia con las ICL.
Él lleva dos años con sus implantes ICL y no puede estar más satisfecho.
Durante su intervención contó cosas con las que las personas que usan gafas o lentillas se pueden sentir muy identificadas (por los menos con Óscar lo clavó).
¿Te suena de algo meter las lentillas en dos vasos de agua cuando sales por ahí y acabas durmiendo en casa de tus amigos, o que las lentillas no quieran salir del ojo y tengas que terminar haciendo cosas que dan mucha grima para poderlas sacar?… pues él ya lo tiene como un recuerdo lejano y no entiende como hay gente que todavía sigue pasando por esas cosas.
Durante su intervención Daniel reconoció que, durante mucho tiempo, a pesar de abrir los ojos y ver, seguía buscando las gafas en la mesilla de noche cuando se despertaba.
El salió del quirófano con la sensación de que había recuperado al 100% su visión y al día siguiente ya hizo vida completamente normal, aunque sigue acudiendo a sus revisiones anuales para asegurarse de que todo sigue perfecto.
¿Tú también te quieres liberar de tus gafas? Pues busca un médico especializado en implantes ICL en descubreICL y libérate de tus gafas.