¡Horror!, te has estancado y hagas lo que hagas no consigues avanzar, créeme a todos nos ha pasado alguna vez, puede ser que te hayas estancado en la búsqueda del cuerpo que quieres tener o quizá en el trabajo, pero… ¿quién no ha sentido alguna vez que lo está haciendo bien y sin embargo no tiene resultados?
Hay un montón de gente que me dice que come adecuadamente, entrena duro y descansa lo suficiente y sin embargo no consiguen progresar, están estancados y quieren «tirar la toalla», ¿de verdad quieres abandonar?… ¡nunca hay que abandonar!
Casi siempre, cuando nos atascamos, el problema que no nos está dejando avanzar suele estar encubierto, así que merece la pena tomarte un tiempo para comprobar si realmente estamos haciendo las cosas bien 🙂
Si te has estancado… ¿de verdad estás haciendo las cosas bien?
Para ver si realmente estás haciendo lo que tienes que hacer te propongo que sigas estos 3 consejos:
Haz un seguimiento de tus comidas:
Durante los próximos días, por ejemplo durante una semana, apunta absolutamente todo lo que te lleves a la boca, si bebes un vaso de agua lo apuntas, si masticas chicle lo apuntas, y por supuesto no dejes nada de tus comidas.
Muchas veces no somos conscientes de todo lo que nos acabamos comiendo porque comemos de forma automática. Además, cuando llevamos un tiempo cuidando lo que comemos llegamos a un momento que nos relajamos y nos hacemos pequeñas concesiones, que son mucho más habituales de lo que crees.
También te puede estar sucediendo justo lo contrario, las mujeres pecamos especialmente de no comer lo suficiente, quieres ganar músculo para deshacerte de la grasa pero... ¿cómo pretendes que tus músculos crezcan si no los alimentas?
Analiza tus entrenamientos:
¿De verdad te esfuerzas en tu entrenamiento?, simplemente entrenar no vale, nos tenemos que esforzar, quizá tu rutina de entrenamiento ya no te esté suponiendo ningún desafío, y si no te cuesta no funciona, añade alguna repetición extra o mete peso a tus ejercicios, ya sabes, las 3 últimas repeticiones de cada ejercicio deben ser un auténtico reto.
Para ver si de verdad estás haciendo lo que debes créate un diario de entrenamiento, durante al menos dos semanas, en el que debes apuntar todo, el ejercicio que has hecho, como te has sentido, si te has esforzado… apunta todo lo que se te ocurra y tenga que ver con el ejercicio.
Comprueba tu nivel de sueño.
Si habitualmente lees mi blog ya te he contado muchas veces lo importante que es el sueño , la falta de sueño hace que tengamos mayores niveles de estrés y generemos cortisol (esa maldita hormona que nos hace engordar), y si dormimos poco nuestro cuerpo tiene menos tiempo para reconstruir el músculo, para recuperarse del entrenamiento y para hacer todo lo que tiene que hacer para que estés saludable.
No basta con que te vayas a la cama a ver la tele o a leer, tienes que dormir, yo personalmente creía que dormía más de lo que realmente duermo pero desde que uso el Fitbit me di cuenta que tenía mucho que mejorar respecto a mis hábitos de sueño.
¿De verdad estás haciendo bien estas 3 cosas?, bueno… entonces tienes que tener en cuenta que el progreso lineal no puede continuar indefinidamente.
Imagina que te pones como meta perder 1 kilo al mes, al principio será fácil, sobre todo si tienes sobrepeso, pero… ¿de verdad crees que puedes perder 1 kilo a mes de forma indefinida?, entonces en 5 años habrías perdido 60 kilos y en 10 años 120 kilos ¿imposible verdad?.
Cuando llevas tiempo haciendo las cosas bien y vas cumpliendo tus objetivos vas a tener que ir ajustando tus metas.
Cuando empiezas a cuidarte puedes ver un progreso rápido y enseguida vas a notar cambios en tu cuerpo, después de unos meses (o incluso años), la recompensa que recibes por tu esfuerzo disminuye y es cuando puedes empezar a pensar que te estás estancando.
Cuando tus resultados ya no son tan sorprendentes como al principio no te puedes desmotivar, tienes que intentar encontrar pequeñas victorias para motivarte.
¿Cómo encontrar tus pequeñas victorias para motivarte?
Tu diario de entrenamiento
De nuevo el diario de entrenamiento, si tienes un diario en que anotas tus entrenamientos a lo largo del tiempo te vas a sorprender de tus avances, puedes que lo que haces ahora te parezca normal, pero revisa cuantas repeticiones hacías al principio de un ejercicio, cuanto tiempo eras capaz de correr o cuanto peso podías levantar, seguro que tendrás una inyección de motivación 😉
Consejo para superarte: puede que corras y veas que te has estancado en el número de kilómetros que eres capaz de hacer, después de entrenar como normalmente haces, anda rápido un par de minutos, lo suficiente para recomponerte un poco y vuelve a correr otro par de minutos más, eso es un avance ;), y es aplicable a cualquier entrenamiento que hagas 🙂
Revisa fotos antiguas.
No hay nada que nos haga sentir mejor que ver fotos antiguas, de cuando aún no te habías puesto en forma.
Puede que ya no notes grandes cambios en tu cuerpo, pero si de verdad haces lo que tienes que hacer tu cuerpo se sigue transformando para mejor, así que de vez en cuando hazte fotos de frente, de espalda y de perfil para ver tus progresos.
Lo que personalmente a mi más me ha sorprendido de mi cambio corporal es la espalda, normalmente no nos vemos de espalda y no somos concientes de los «flotadores» que salen en la espalda, tanto en la zona de los riñones como en las paletillas, me encanta comparar el antes y el después 😉
Estás son solo algunas de las cosas que a mi me funcionan para seguir motivada y no abandonar, así que si sientes que estás estancando… ¡ponlas en práctica y no tires la toalla!